Preparas tu espacio, un lugar donde estés cómodo y tranquilo
Elige los elementos con los que resuenes y/o vibres; Por ejemplo una vela, fuego, incienso, agua, cristales, plantas, etc.
Dispón lápiz y papel para plasmar tus propósitos y/o entregas de forma escrita.
Enciende tu vela o fuego
Escribe lo que deseas transformar, esas cargas internas de las que necesitas liberarte, haciendo consciencia que tu las has creado
Ahora quémalo en el fuego
Plasma en una hoja tus propósitos para entregarlos a la luna y dejarlos en tierra, para que se materialicen, por ejemplo intencionar un cristal, una planta, una piedra abuela, etc,.
Luego sigues con una profunda interiorización o meditación, poniendo los cristales en tu cuerpo, dejándote llevar por la sabiduría de tu corazón, atendiendo la maestría del alma; liberando tus expectativas, atendiendo esa voz interior que te habla y te pide soltar, liberar, dejar ir toda resistencia, para tu más alto bien.
Pones el propósito de limpiar primero todo bloqueo en ti y luego activar tu energía vital, atendiendo la maestría del alma, confiando en el maravilloso poder que habita en ti.
Una vez realizada la interiorización procedes a retirar los cristales de tu cuerpo, los dejas a la luz de la luna y primeras horas de sol, para que se limpien y se revitalicen.
Los puedes dejar sobre sal marina, unos separados de otros. Es importante dejarlos en tierra, si tienes la oportunidad de ponerlos al contacto directo, También puedes limpiarlos con humos sagrados, algunos se pueden dejar en agua y sal marina, para ello debes tener en cuenta la escala dureza, sea de 7 o más.